ENTRE LÍNEAS

EL OLVIDO

El olvido. Quizás este sea uno de los mayores miedos que tenemos muchos de nosotros. Aunque a veces puede que ni lo sepamos. O que no nos atrevamos a admitirlo.

Personalmente, es algo a lo que le tengo tremendo pánico, porque supongo que quien cae en el olvido es porque no dejó realmente huella mientras vivió. Y eso duele. Pensar que no has hecho las cosas lo suficientemente bien, que no has dicho "te quiero" todas las veces que lo tenías que decir, que no te atreviste a hacer tantas cosas por el qué dirán, que no hiciste cosas por los demás, que no actuaste de manera justa...

Porque, desde mi más sincera opinión, ¿qué va a quedar de nosotros cuando nos muramos sino polvo (puede que polvo enamorado como decía Quevedo, pero al fin y al cabo polvo)?  La respuesta es muy sencilla, el recuerdo. Y de ahí ese miedo al olvido, a ser simplemente eso, polvo.

Es por ello que mucha gente sueña con pasar a la historia: unos de forma ejemplar, y ahí podría nombrar a muchas personas... A otros les da igual como, el caso es ser reconocido cueste lo que cueste, y habiendo que pisar o pasar por encima a quien sea. Lamentablemente, en este segundo supuesto, podría nombrar a muchísimos más.Pero al fin y al cabo todos tienen la misma fobia.

Sin embargo, desde mi punto de vista esta muy bien eso de pasar a la historia, tener un monumento y una página entera en Wikipedia que hable de ti y de tus hazañas, pero la verdad, es que yo prefiero no estar presente en tres o cuatro importantísimos lugares materiales a los que cualquiera pueda acceder, sino que aunque sueñe ñono, prefiero quedar presente en los corazones de la gente a la que conocí y quienes realmente me importan.Que estos me recuerden como una buena persona. Porque al fin y al cabo ¿quien va a soltar una lágrima delante de tu escultura de bronce? Como mucho algún turista echará alguna moneda.

Finalmente, quería decir que para mi el olvido es aterrador, pero bueno, supongo que al fin y al cabo, si es que ocurre en mi caso (caer en el olvido quiero decir), no estaré presente para verlo. Pero ¿qué pasa con el miedo a olvidar a alguien a quien has querido? Sus palabras al entrar en casa, sus besos de despedida, los lunares de sus manos, su forma de subir las escaleras, las frases graciosas que dice, lo que hicisteis juntos aquella tarde,... 

¿Que miedo hay más grande entonces, que el de ser olvidado o el de olvidar a quien has querido tanto?